viernes, mayo 17, 1996

Viajar y Morir en El Metro

Viajar y Morir en El Metro

 

Si usted se ve en la obligación de viajar todos los días a su trabajo o centro de estudios, y no posee un medio de transporte propio, lo más probable es que tenga que pasar por una de las experiencias más horrendas en lo que a medios de transporte se refiere:
El Metro: Luego de pasar por una cola que duplica el tamaño de la de un concierto de los “Rolling Stones” para comprar un pasaje, nos vemos atrapados entre un inmenso cúmulo de gente que batalla para entrar en uno de los diminutos vagones del tren.
Pasadas varias estaciones, durante las cuales uno ya ha reducido su volumen debido a la presión, uno intenta salir a través de un muro, con personas en vez de ladrillos, que nos empuja de nuevo hacia el interior del vagón.
Luego de varios intentos (aproximadamente la tercera vez que uno llega a la estación destino), uno logra bajarse y continúa con el recorrido.
Si a uno (como sucede en mi caso) le toca atravesar por la transferencia, debe cuidarse de los empujones, pisotones, puñetazos y malos olores, que se reciben durante el camino donde lo que predomina es el “ganado humano”. Al culminar esto, la historia del vagón vuelve a repetirse.
Cuatro horas mas tarde, si uno no está muerto por la asfixia, puedo asegurarle que saldrá, de nuevo entre pisotones y empujones, al mundo exterior, y se dará cuenta de que lo empujaron por la salida equivocada en una estación desconocida…

17/Mayo/1996
EEDC
Hora de Estilo Y Redacción

viernes, abril 05, 1996

Carta Para Ti

Carta para Ti

 

Hay veces en las que desearía no haberte conocido. Así ambos viviríamos más felices: Tú no tendrías que preocuparte de mi existencia y yo no estaría con el alma destrozada pensando en lo difícil de vivir sin ser correspondido por la única persona que ha despertado esta clase de sentimiento en mi pobre ser.

Por el contrario, tú disfrutarías de tu vida sin mí como el enfermo incurable disfrutaría de la suya si gozara de plena salud; y yo disfrutaría de la mía como el preso que nunca conoció la Libertad y por ello no la extraña.

Pero por cosas de la vida, te conocí y me enamoré y, a pesar de todo, no lamento ninguna de las dos cosas... aunque me duelan...

05/ABR/1996
1:02a.m.
EEDC

jueves, marzo 28, 1996

Celos

Celos

 

Miro al infierno y veo tus ojos,

ardiendo en pasión mientras lo observas.

Cara a cara, uno al otro se miran;

y yo, sin mas, con pena contemplo

dos sombras que se funden en la misma pared.

A la luz de las llamas, un demonio en penumbra,

mientras mas brilla una, mas oscuro es el otro.

    Amor y Odio, Cielo e Infierno,

    Luz y Sombra, El Demonio y Ustedes,

    Triunfo y Derrota:

    Su cielo es mi infierno y yo su demonio.

28/MAR/1996
10:52p.m.
EEDC

jueves, marzo 07, 1996

Alucinación

ALUCINACIÓN

 

Al fin llegó a la cima de la montaña y se alejó de su pasado. Su alma se encontraba vacía y, sin embargo, nunca se había sentido tan vivo. Mientras respiraba el aire puro del lugar su mente divagaba hasta llegar a un punto de éxtasis en al cual ya no pensaba en nada en particular: era ahora tan solo un revoltijo de imágenes e ideas que no tenían significado, pero que llenaron el momento.

Cuando la alucinación terminó, se encontró a la orilla de un precipicio. Al mirar hacia abajo, lo alcanzó su pasado, recordó todo lo que la había mantenido en la penumbra durante las últimas semanas. Intentó volver a olvidarlo, pero era como su sombra, no se alejaba. Entonces decidió salir por la única puerta que le quedaba abierta.

Y saltó.

Y se sintió el hombre más feliz de La Tierra… solo que ya no era hombre y ya no era habitante del planeta… era tan solo la esencia radiante de lo que fue antes. Entonces fue cuando nació a un mundo nuevo.

Y por fin fue feliz por el resto de su no-existencia…

07/Mar/1996
12:15a.m.
EEDC

miércoles, enero 24, 1996

Muerto Por Un Camion

Muerto Por Un Camión

 

Cuando te diga qué siento,

sin esconder la emoción

puedes responder sin miedo

“Párate frente a un camión”

Pues, al pararme en la calle

y recibir mi golpón

no habrá quien se desmaye

sin decir “Fue por amor”

Y yo volaré por los aires,

marcada la placa en mi frente.

Pero tú, indiferente

te reirás por dentro cruelmente.

Aterrizaré en el pavimento.

Mientras, tú echarás el cuento

de cómo llegué yo a estar

bajo una placa de cemento.

Iré a dar sin lamento

a los confines del infierno,

pues, por decir lo que siento,


me mató un camión muy tierno.

24/ENE/1996
2:57a.m.
EEDC