El Hombre que se sentía Dios
Abandonado en el medio del mar él es un naufrago en un mar de ojos, Ojos que se miran entre ellos y que no perciben su presencia Allí, el hombre se siente un dios. Pero no por ser más poderoso, ni por saber más, Tampoco por ser perfecto, pues mucho le falta para ello. Se siente un dios porque, aún estando en todos lados Todos, absolutamente todos, se olvidaron de él. 11/AGO/1999
2:09am
EEDC