viernes, septiembre 16, 2005

Traducción de "Smoked"


La suave lluvia cae gentilmente sobre mi mientras intento entender.

Aspiro. Nada pasa.

Hubiese pensado que para estos momentos ya estaría sintiendo algo. Pero no. Ni siquiera un ápce de remordicmiento.

Otra aspirada. Aún nada.

Hace solo un minuto, cuando me agaché sobre su cadaver para buscar el encendedor en el bolsillo de su chaqueta, creí empezar a sentirlo, pero no. Nada en lo absoluto.

Sigo pensando que debería sentir algo. Cualquier cosa siquiera cercana al remordimiento. despues de todo, crecimos juntos; él había sido el padrino en mi boda, y era el padrino de mis hijos.

Otra aspirada. Aún nada.

Está bastante claro que lo echó todo a perder. Quiero decir: No había forma de que se saliera con la suya. Él lo sabía tambien, y a;un así, no intentó huír o esconderse, o tan siquiera desaparecer por un tiempo.

El humo del cigarrillo flota sobre mi cabeza mientras lo aspiro una vez más, pensando.

Fue por respeto que decidí matarlo yo mismo: Hubiese sido un insulto simplemente enviar a "uno de los muchachos" para acabarlo. Tenía que ser yo. Él se lo merecía.

Ni siquiera tuve que buscarlo mucho. estaba allí, en el bar al que solíamos ir desde que éramos jóvenes. Como si estuviera esperando por mi. Aún así, se mostró muy sorprendido de verme llegar.

Terminó su trago y me siguió afuera sin decir palabra. Tenía miedo, sabía lo que seguía, aún así, lo aceptó como un hombre. Sus piernas temblaron un poco cuando ayó esa línea tantas veces repetida: "Son solo negocios".

Realmente lo era. Él lo sabía. Yo nunca usaría un revolver en un problema personal, prefiero usar las manos, es más... personal… Pero para esto, el revólver es rápido e indoloro.

Me miró y en sus ojos pude ver que sabía que no lo iba a perdonar. No había odio en su mirada, sin embargo, solo un cierto reconocimiento y perdón... quizás hasta agradecimiento por ser yo, y no un matón desconocido que no sabría a quién asesinaba ni por qué.

Aspiro una vez más mientras revivo el momento. él estaba parado justo allí, a un lado del basurero, escuchándome. Había comprobado ser merecedor del respeto que le tenía - y aún tengo -.

No lloró, no rogó. Simplemente se paró. Quieto, mirándome a los ojos mientras tiraba del gatillo.

Al final, todos sabrán que yo lo hice, simplemente no serán capaces de probarlo. El trabajo está hecho, el mensaje enviado. Hice lo que tenía que hacer.

Sigo esperando sentir algo, lo necesito: de otra forma podría empezar a pensar que soy el bastardo sin corazón que todos dicen que soy.

El cigarrillo está a punto de acabarse y la policía llegará en cualquier momento: Alguien debe haber escuchado el disparo y los llamó. Así que limpio el revólver, lo tiron dentro del basurero y regreso al bar.

El barman me sirve un trago mientras enciendo otro cigarrillo.

Aspiro. Aún no siento nada. Termino la bebida y me levanto rápidamente.

Estaba en lo cierto: Ya puedo oír las sirenas llegando al callejón trasero mientras abandono el bar por la puerta principal. Me arreglo el cuello de la chaqueta y vuelvo a colocarme el sombrero mientras camino hacia mi automóvil.

Una última aspirada mientras entro y cierro la puerta y aún no siento nada. Supongo que es verdad: estoy muerto por dentro.

Me alejo con la imágen de su cadáver, bajo la lluvia, al lado del basurero, aún en mi cabeza mientras las luces azules y rojas se reflejan en mi retrovisor.

Busco en mi bolsillo una vez más para sacar el encendedor. Uno más para mi colección. La mayor parte de ellos provenientes de la época en la que hacía esto para vivir.

Enciendo otro cigarrillo mientras espero que la luz roja cambie a verde, pensando una vez más que debería estar sintiendo algo a estas alturas.

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